La fertilidad puede verse comprometida por múltiples factores, tanto en mujeres como en hombres. Algunos de estos problemas son más frecuentes de lo que se piensa, y conocerlos permite buscar ayuda médica de forma oportuna.
Ciclos menstruales irregulares:
Son uno de los signos más comunes de problemas hormonales. Si la ovulación no ocurre de manera regular, se reduce la posibilidad de lograr un embarazo cada mes.
Miomas uterinos y cirugías previas:
Los miomas pueden afectar la forma del útero e impedir la implantación del embrión. Las cirugías en trompas o útero también pueden generar adherencias que dificultan la fecundación.
Embarazo ectópico previo:
Puede dejar secuelas que impidan el paso adecuado del óvulo por las trompas de Falopio.
Varicocele:
Es una dilatación de las venas en los testículos que puede afectar la producción de espermatozoides.
Antecedentes de cirugías genitales o radioterapia:
Algunos tratamientos médicos pueden comprometer la cantidad y calidad del esperma.
ETS o malformaciones congénitas:
Infecciones mal tratadas o condiciones presentes desde el nacimiento pueden influir negativamente en la fertilidad masculina.
Lo más importante es no postergar la consulta. En Nacer realizamos estudios especializados para ambos miembros de la pareja, con el fin de identificar con precisión la causa y proponer el tratamiento más adecuado. En muchos casos, actuar a tiempo mejora significativamente las probabilidades de lograr un embarazo.
Tu camino hacia la maternidad o la paternidad puede comenzar con una consulta.
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