Cuando hablamos de fertilidad y edad, la atención suele centrarse en la mujer. Sin embargo, la edad del hombre también desempeña un papel importante en la salud reproductiva de la pareja y en las probabilidades de lograr un embarazo exitoso.

¿Cómo influye la edad en la fertilidad masculina?

Aunque los hombres producen espermatozoides durante toda su vida, con el paso de los años su calidad disminuye. A partir de los 40 años se pueden presentar cambios en la movilidad, concentración y morfología de los espermatozoides, lo que impacta directamente en la capacidad de fecundar.

Riesgos reproductivos asociados a la edad paterna

Diversos estudios han demostrado que la edad avanzada del hombre puede asociarse con:

• Mayor riesgo de pérdidas gestacionales, incluso si la mujer es joven.
• Alteraciones cromosómicas, que incrementan la probabilidad de anomalías genéticas.
• Mayor incidencia de trastornos del neurodesarrollo, como el autismo.
• Mayor frecuencia de malformaciones óseas y alteraciones en el desarrollo del bebé.

Estos hallazgos nos recuerdan que la edad del hombre es un factor que no debe pasarse por alto al evaluar la fertilidad de la pareja.

Oportunidades para planear la paternidad

La edad puede influir en la fertilidad, pero existen formas de anticiparse y cuidar la salud reproductiva masculina:

• Realizar estudios de calidad seminal para valorar la función espermática.
• Adoptar hábitos de vida saludables que favorezcan la salud reproductiva.
• Consultar tempranamente cuando existen dificultades para lograr un embarazo.
• Considerar opciones de preservación de la fertilidad, como la congelación de semen en edades más tempranas.

La importancia de una visión integral

La fertilidad es un tema de pareja. Así como la edad de la mujer es un factor relevante, también lo es la del hombre. Evaluar a ambos permite obtener un panorama completo y elegir el tratamiento más adecuado para cumplir el sueño de ser padres.

En Nacer Centro de Reproducción Asistida, ofrecemos estudios y tratamientos personalizados para acompañar a las parejas en su camino hacia la maternidad y paternidad, con un enfoque científico y humano.