Cuando una pareja lleva más de un año intentando tener un hijo sin lograrlo, es momento de iniciar un estudio de fertilidad. Y aunque muchas veces se cree que el problema puede estar solo en la mujer, la infertilidad masculina representa hasta el 40% de los casos. Por eso, es fundamental evaluar a ambos miembros de la pareja desde el principio.
El primer paso para estudiar la fertilidad masculina es un análisis de semen o espermograma. Este examen permite conocer:
Si el resultado del espermograma es anormal, se recomienda repetirlo unas semanas después para confirmar que no se trata de un hallazgo transitorio. En caso de que las alteraciones persistan, el especialista puede indicar nuevos estudios complementarios.
Cuando el número de espermatozoides es menor de 5 millones o incluso hay ausencia total (azoospermia), se deben considerar causas más complejas. En estos casos, pueden requerirse:
Conocer la causa ayuda no solo a plantear un tratamiento adecuado, sino también a valorar el riesgo de que un futuro hijo varón pueda heredar la misma condición.
En Nacer, entendemos la importancia de acompañar a nuestras pacientes en el proceso completo. Cuando se detecta un posible factor masculino, orientamos el caso para que pueda ser evaluado por los profesionales adecuados y se planteen las alternativas disponibles.
Si tú o tu pareja están en proceso de búsqueda de embarazo y aún no han logrado el resultado esperado, recuerda: la fertilidad se evalúa en pareja.
Referencias:
Mayo Clinic – Male infertility